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viernes, 21 de agosto de 2009

HiStoRia De AmoR - 13 -

Las imágenes se me mezclaban. Me apollé en el árbol. Escuchaba sirenas. Estaba mareada.
Cerré los ojos y me senté para que se me pasara el mareo.
Cuando fui capaz de andar volví a la parte delantera del instituto. Había una ambulancia y tres coches de policía.
Todo estaba atestado de gente.
Solo escuchaba el sonido de esas marditas sirenas.
Pude verla. Pude ver como se llevaban a Erika en una de esas camillas. Intenté acercarme pero uno de los chicos me empujó para atrás y yo caí al suelo. Cuando me incorporé la ambulancia ya se estaba iendo.
La policía empezó a mandar a la gente a sus casas. Hizo algunas preguntas a las personas mas cercanas al crimen.
Yo no podía apenas moverme.
Me fui andando. Al hospital.
Cuando llegué pregunté por Erika. Me dijeron que aun no podía verla y me senté a esperar en la sala espera.
Pasaron casi tres horas hasta que permitieron que pudiera verla. Antes tube que facilitarles la dirección y el teléfono para que llamasen a sus padres.
Entré en la habitación. Por suerte estaba dormida.
Me senté en el sillón que había a su lado y me quedé allí.
Los médicos me habían dicho que estaba bien, solo había perdido sangre. Le hicieron una transfusión y pronto volbería a estar como siempre. Me alegró escuchar aquello.
Erika, menos mal que no te había pasado nada grave...
Alguien entró. Eran los padres de Erika. Su preocupación estaba gravada en sus caras.
La madre me miró y vino hacia mi.
- Que haces tu aquí. Vete por favor. Tu ya no tienes nada que ver con ella, largo. - dijo con maldad.
Me levanté y me marché. Me vastaba con saber que ella estaba viva y se iva a recuperar.
- Chica estás pálida, ¿te encuentras bien? - me dijo un doctor que se cruzó conmigo por el pasillo.
- Si, solo estoy algo mareada, me pondré bien. - dije alejándome.
Salí de allí y regresé a mi casa.
Apenas pude dormir. Esa noche, tube una pesadilla.
Víctor era el protagonista. Vestía como drácula y Erika como la joven de siglos antiguos con su espléndido traje rojo. Él se abalanzaba contra ella y la mordía en el cuello. Derrepente el personaje de Erika no lo ocupada ella. Ahora yo vestía ese traje rojo y estaba en manos de Víctor.
Este bailaba conmigo delante de un enorme espejo. No se reflejaba, como suele pasar en las películas antiguas. Entonces me miraba y me pedía si quería estar con él por siempre y seguidamente perforaba mi cuello con sus colmillos, suave y delicadamente.
En ese momento me desperté. Estaba sudando.
Sin embargo la ventana estaba abierta. Miré por todo mi cuarto con la sola idea de que él podía haber entrado.
No había nadie.
Cerré la ventana y me di una ducha para quitarme ese sudor pegajoso.
Luego volví a la cama.
El peor Viernes de mi vida...
Continuará...

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